Proyecto León viene observando un creciente descuido
en los elementos y cuidado urbanos de la Ciudad Legionense y su alfoz en el
último año sin que ni los equipos de gobierno ni la oposición parezcan conscientes
y por tanto sin la esperanza de propuestas de corrección del rumbo. Por otra
parte tampoco la prensa provincial en su importante labor de control de los
poderes públicos parece tomar conciencia de la situación y echamos de menos, por
ejemplo, encuestas que interroguen sobre lo que no funciona en el entorno
(ciudad, pueblo, provincia, etc.).
Pensamos que se ha dejado caer a las administraciones
locales en cierto grado de injustificada autocomplacencia. Hay que indagar
sobre lo que las corporaciones no cumplen a pesar de que se crearon para
prestar servicios a los ciudadanos y de que se nutren de lo que recaudan
mediante impuestos, tasas y otras exacciones. En otras palabras, se espera de
la oposición y de la prensa una especie de evaluación continua de calidad,
midiendo el grado de satisfacción de la sociedad con los servicios que recibe
de las administraciones. Por eso reivindicamos el papel de la prensa, que es
insustituible.
Desgraciadamente, el ciudadano dispone de pocos
canales para decirle a la administración lo que es mejorable. El contenido de
esta evaluación continua puede extraerse de la mera observación de la ciudad.
Por eso queda también en evidencia la falta de educación o el “descuido” de
los ciudadanos que, teniendo papeleras a su alcance, aumentan la suciedad y el
deterioro.
En concreto, refiriéndonos a León y su alfoz, pueden
apuntarse algunas evidencias derivadas de actuaciones municipales deficientes,
que cabrían en una encuesta o en una denuncia ciudadana:
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Imagen de un solar de León con suciedad acumulada |
1. Limpieza de calles. Es notorio que en los barrios
periféricos cada vez hay más suciedad en las calles, aceras, parques y
especialmente en los solares que lindan con las aceras. No se recoge los
papeles, bolsas, botes, botellas, etc. que están a dos centímetros por fuera de
las aceras.
Por otro lado, el ayuntamiento se demora en la
recogida de las hojas que caen de los árboles en otoño, permaneciendo en
calles, aceras, carriles bici y jardines demasiados días. Se acumulan en algunos puntos hasta el medio
metro de altura sobre la acera y el carril bici, produciendo una sensación de
abandono en la imagen de la ciudad, además de un riesgo de resbalones para los
viandantes.
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Pintadas al lado de la muralla. Fuente: Diario de León |
3. Papeleras. Con demasiada frecuencia se ven las
papeleras rebosantes, con lo que parte de su contenido cae al suelo. El
personal de limpieza debería vaciarlas con más frecuencia.
4. Baldosas sueltas. Se aprecian bastantes baldosas
sueltas y rotas por diversas zonas de la ciudad, provocando tropiezos y también
mojaduras los días de lluvia. ¿No hay alguien que vigile específicamente esto
en el ayuntamiento?
Sería deseable pensar en algún método,
(concienciación, publicidad, etc.) que eduque al ciudadano para que vea el
espacio urbano como “su espacio”, y para que la actitud sea la misma que en su
propia vivienda.
Esto se ve claramente en los sitios autorizados para
perros sueltos, donde a través de carteles se acentúa el deber ciudadano de
recoger las deposiciones caninas. Es placentero comprobar que esa sola medida
permite una correcta actuación ciudadana en la mayoría de las ocasiones.
En Proyecto León pensamos que la corrección de la mayoría de estas deficiencias no supone
incrementos de gasto para el Ayuntamiento de León. Bastaría con que los
operarios municipales, sobre todo sus responsables, se esmeraran un poco más y
que la policía municipal incrementara su presencia en las calles. Estamos
convencidos de que una mayor y más activa presencia policial evitaría por sí
sola numerosas pintadas, suciedad y comportamientos incívicos que contribuyen a
afear el aspecto urbano de León y su alfoz.
Si León está de moda deseamos que no tenga marcha
atrás y lo esté por mucho tiempo, al menos si de los leoneses depende.